VIDA Y OBRAS DE THOTH HERMES TRISMEGISTO
Manly P. Hall
POIMANDRES, LA VISION DE HERMES
Parte I
La
Divina Vasija de Hermes Mercurio Trismegisto
es una de las más antiguas obras herméticas existentes. Aunque probablemente no está en su forma original,
ya que fue remodelada durante los primeros siglos de la era cristiana e
incorrectamente traducida desde entonces, sin duda esta obra contiene muchos de
los conceptos originales del culto Hermético. La
Divina Vasija consiste de diecisiete obras fragmentarias recolectadas y
colocadas como una sola. Se cree que el
segundo libro de La Divina Vasija,
llamado Poimandres, o La Visión, describe el método mediante
el cual la sabiduría divina le fue revelada a Hermes por primera vez. Fue después de que Hermes recibiera esta revelación
que comenzó su ministerio; ensenándole a todos los que le escuchaban los
secretos del universo invisible según le fueron revelados a él.
La
Visión es el más famoso de todos los
fragmentos Herméticos; y contiene una explicación de la cosmogonía Hermética y
las ciencias secretas de los egipcios con relación al cultivo y
desenvolvimiento del alma humana. Por un
tiempo fue erróneamente llamada “El Génesis de Enoc”, pero ese error ya fue
rectificado. Mientras preparaba la
siguiente interpretación de la filosofía simbólica oculta dentro de La Visión de Hermes, el presente autor tenía
a la mano las siguientes obras como referencia: La Divina Vasija de Hermes Mercurio Trismegisto (Londres, 1650),
traducido del árabe y el griego por el Dr. Everard; Hermética (Oxford, 1924), editado por Walter Scott; Hermes, Los Misterios de Egipto
(Filadelfia, 1925), por Edouard Schure; y el Tres Veces Más Grande Hermes (Londres, 1906), por G. R. S.
Mead. Al material contenido en los volúmenes
anteriormente mencionados, este autor le añadió comentarios basados en la filosofía
esotérica de los antiguos egipcios, además de ampliaciones en parte derivadas
de otros fragmentos Herméticos y en parte derivadas del arcano secreto de las
ciencias Herméticas. En aras de
clarificar, la forma narrativa fue elegida en lugar del estilo original de diálogo;
y las palabras obsoletas dieron paso a las que actualmente se utilizan.
Mientras recorría un
pedregoso y desolado lugar, Hermes se dedicó a meditar y orar. Siguiendo las instrucciones secretas del
Templo, gradualmente liberó su conciencia superior de la atadura de sus
sentidos corporales; y, al liberarse, su naturaleza divina le reveló los
misterios de las esferas trascendentales.
Observó una figura, terrible y que inspiraba sorpresa. Era el Gran Dragón, con alas desplegadas
hacia el cielo y luz saliendo desde su cuerpo en todas las direcciones. (Los Misterios enseñaban que la Vida
Universal estaba personificada por un dragón).
El Gran Dragón llamó a Hermes por su nombre y le preguntó por qué
meditaba sobre el Misterio del Mundo.
Aterrorizado por el espectáculo, Hermes se postró ante el Dragón, suplicándole
que le revelara su identidad. La gran
criatura respondió que era Poimandres,
la Mente del Universo, la
Inteligencia Creativa y el Emperador Absoluto de todo. (Schure identifica a Poimandres como el dios
Osiris). Luego, Hermes le rogó a
Poimandres que le revelara la naturaleza del universo y la constitución de los
dioses. El Dragón consintió, ordenándole
a Trismegisto que retuviera su imagen en su mente.
Inmediatamente, la
forma de Poimandres cambió. Donde estaba
parado, había un glorioso y latente Esplendor.
Esta Luz era la naturaleza espiritual del propio Gran Dragón. Hermes fue “elevado” hasta el centro de este Resplandor Divino y el
universo de las cosas materiales desapareció de su conciencia. Seguidamente, una gran oscuridad descendió y,
expandiéndose, se tragó la Luz. Todo se
turbó. Alrededor de Hermes se arremolinó
una misteriosa substancia acuosa que dio a luz un vapor parecido a humo. El aire se llenó de gemidos y suspiros
inarticulados que parecían salir de la Luz que fue tragada en la
oscuridad. Su mente le dijo a Hermes que
la Luz era la forma del universo espiritual y que la oscuridad que se
arremolinó y engulló este universo espiritual representaba la substancia
material.
De la encarcelada Luz salió
una misteriosa y Santa Palabra que tomó su lugar sobre las vaporosas
aguas. Esta Palabra ---la Voz de la Luz--- salió de la oscuridad como un gran pilar, y
el fuego y el aire le siguieron; pero la
tierra y el agua permanecieron inmóviles en la parte inferior. De esta forma, las aguas de la Luz se
dividieron de las aguas de la oscuridad; y de las aguas de la Luz se formaron
los mundos superiores, y de las aguas de la oscuridad se formaron los mundos
inferiores. Seguidamente, la tierra y el
agua se mezclaron, volviéndose inseparables; y la Palabra Espiritual que es
llamada Razón se movió hasta su
superficie, causando un infinito caos.
Continúa en: PARTE II
N. de
las T.:
Tenga en cuenta el lector que un análisis de “Poimandres”, como nombre propio,
nos lleva a considerarlo como una forma antigua de “Pomo”, “Vasija”, “Pastor de
los Hombres”.
Traducción del original en
inglés Poimandres, The Vision of Hermes del
capítulo The Life and Writings of Thoth
Hermes Trismegistus del libro The Secret Teachings of All Ages de
Manly P. Hall. ®Sánchez & Rivera,
Traductoras. 2014, Puerto Rico. riverafarrell@gmail.com
Muy interesante esta traduccion de Hermes
ResponderEliminarMuchas gracias